En la newsletter de Wholegrain Digital (que ha inspirado el boletín del próximo lunes de la newsletter de Blogpocket sobre la necesidad de una limpieza digital), he leído que Spotify ha eliminado algunos podcasts de Andrew Tate tras la indignación de usuarios y empleados debido a contenidos contrarios a su política contra el odio. Su respuesta inicial fue que se ajustaba a la política y que seguiría vigente, algo en lo que parecen estar dando marcha atrás poco a poco.
Pero casos como este, no hacen sino recordarnos que las grandes plataformas a menudo sienten que no les deben nada a los usuarios y nosotros no tenemos por qué aferrarnos al statu quo. Podemos escapar y hacer las cosas de forma diferente.
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